Como adelantábamos en “la nueva era de Internet: Revolución Tecnológica” la Industria 4.0 está paulatinamente introduciéndose en nuestra cotidianidad.
Así, no solo debemos cuestionarnos el funcionamiento de las nuevas tecnologías desarrolladas sino el cómo nosotros actuamos en ellas. Lo que podría resumirse en la
siguiente pregunta: ¿cuál será nuestra identidad en el nuevo Internet?
Si como en la RAE entendemos la identidad como “conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracteriza frente a los demás”; “hecho de ser alguien o algo el mismo que se supone o se busca” o “conciencia que una persona o colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás”, vemos como se trata de un concepto amplio y difuso que lleva en sí mismo el cuestionamiento innato. En este sentido, podemos clarificar que la identidad nos define a la par que nos diferencia de los demás.
Y quizá sea en esta última parte donde se encuentra la clave de esa “nueva identidad” pues en este nuevo espacio tenemos la libertad de diseñarnos, a través de nuestro propio Avatar, con aquellas características que más nos gusten, ya sea un animal, una persona, un objeto, etc. En este sentido el abanico de identidades se multiplica
significativamente.
Por otro lado, como estamos viendo, la propia identidad en Internet cada vez se asemeja más a la del ciudadano, pues se están desarrollando diferentes plataformas
que permiten realizar una gran cantidad de actividades; y es que la evolución de acceder a Internet nos permite interactuar y vivir experiencias similares a la realidad.
La búsqueda de la identidad digital será igual de complicada y abstracta que en la realidad. Por eso, es importante tomar las acciones correctas en el espacio digital, marcando la importancia de los códigos legales de un nuevo paradigma social.
¿Crees que la búsqueda de tu identidad digital ayudará en la búsqueda de tu identidad real?